Un dilema histórico
01 sábado Jun 2013
Escrito por Juan Santiago * Temas, Perspectivas de la socialdemocracia
Sinceramente, estoy de acuerdo con Alexis Tsipras cuando dice que la socialdemocracia debe resolver el dilema histórico de tener que elegir entre continuar en el camino de la derecha, mano a mano con ella, o confrontar con el sistema y sus valores.
Esa es la encrucijada que se vuelve a presentar frente a los socialdemócratas y, efectivamente, sólo hay dos direcciones, a la derecha o a la izquierda, porque el camino que mantiene la dirección actual está cortado y no llega a ningún sitio.
El problema está en que ya hemos llegado otras veces a este cruce y, antes de tomar la decisión, lo primero que hay que hacer es un reconocimiento explícito de que nos equivocamos en su momento al torcer a la derecha llamando a eso “tercera vía”.
Hoy sabemos que era una vía muerta que nos alejaba de los valores y de los principios que nos habían puesto en el camino, de los viejos conceptos y de nuestro compromiso de luchar por conseguir una sociedad, mejor, más justa, más equitativa y, en definitiva, más feliz.
Nos equivocamos, yo el primero, al ponernos detrás de presuntos líderes que, finalmente, se revelaron como auténticos tapados de los poderes financieros, insaciables de desregulación, que nos han traído hasta aquí y que han decidido quedarse con todo, creando para ello, si es necesario, un rebaño de siervos.
En ese sentido, no me parece justo que Tsipras exponga como las más figuras más trágicas de la socialdemocracia a Papandreu, Sócrates y Zapatero y se deje en el tintero a personajes como Tony Blair o Gerhard Schröder.
Pero, en cualquier caso, más que de empezar con las lapidaciones, ha llegado el momento de poner en cuestión el modelo no sólo económico sino también social, institucional e incluso de alianzas transnacionales que nos ha dejado en ese cruce.
Es momento de afirmar con rotundidad que un modelo económico, basado en la exacerbación del consumo y el uso, como instrumento básico, del crecimiento contínuo, está agotado y que es necesario buscar modelos alternativos para obtener resultados de justicia redistributiva que beneficien al conjunto de los ciudadanos.
Es momento de repensar el sistema de participación democrática y aproximarse de manera inequívoca, y superando la perplejidad, a unos movimientos sociales que ya están en presencia y a los que hay que entender como aliados.
Es momento de reconocer que el entramado institucional en el que nos hemos desenvuelto en los últimos decenios está superado y se ha convertido en una auténtica máquina de crear desigualdades en el que los propios ciudadanos sienten que no sirve para la resolución de sus problemas.
Y es momento, sin duda, de replantear todo el sistema de moneda única y tratados que han llevado al proyecto europeo al momento de mayor injusticia social desde su puesta en marcha.
Es momento, en definitiva, de hacer una enmienda a la totalidad que nos devuelva al camino que nunca debimos abandonar. Por supuesto que no lo haremos en un abrir y cerrar de ojos y que una tarea de ese calibre supone rehacer el proyecto. Pero los conceptos, los valores y los principios ya están, nos los dejaron quienes abrieron el camino. Lo primero que hay que hacer es volver ahí y recogerlos.
Y más vale que se haga pronto porque la puerta está abierta para los salvapatrias y ya sabemos a qué se dedican cuando cruzan el umbral.
Un comentario
alberto said:
27/01/2014 a las 11:24
Yo no se como será en otros países , pero no creo que seamos marcianos y por eso lo hacemos tan mal. El problema a mi entender es que no paramos de repetir en el poder todo lo que se ha criticado en la oposición. Los países y las personas no cambian en lo sustancial, para eso hace falta reformas profundas que aquí nunca se han producido, la democracia llego cuando Franco murió. Eramos apenas el 5% los que nos movíamos (mucho eso si), ahora lo sabemos y los que llegaron al poder político eran el sector critico del anterior régimen y algunos ni eso , cambiaron de chaqueta cuando ya no se llevaba ese estilo. Su educación era la misma de los franquistas oficiales (estudiaban en los mismos colegios ¡a poder ser de curas y monjas que son mejores! Se decía en el país) y por lo tanto sus modos cuando llegaron al poder fueron los mismos en cuanto la cosa se tranquilizo. Si le había servido al régimen anterior para estar 40 años en el poder porque a ellos no. No se intentaron cambiar las malas tradiciones y enseñar democracia y ser críticos si no aborregar en lo posible a la mayoría para tenerlos cautivos. La verdadera tercera vía es no llevárselo, no colocar a la familia, a los del partido, no llevarse comisiones ,apoyar lo que esta bien , no lo que me va bien. Esto es lo que se a hecho en algunos países mucho mas pobres que el nuestro ,y ahora están muy por delante de nosotros.
Leer a nuestros clásicos , ahí esta la verdadera historia de España , para no seguir quejándonos de lo ya que estaba escrito hace tantos años.Cervantes,Quevedo , Larra ,Galdós , Arniches , Machado ……. etc. ahí están las claves.
Otros países han aprendido de los suyos, porque nosotros no los seres humanos no somos tan distintos y en todos los sitios si les dejan roban , estafan, engañan.
Les propongo como reflexión que vean estas dos obras de teatro , son del estudio 1 y están en las bibliotecas : UN ENEMIGO DEL PUEBLO de Ibsen (noruega) y LOS CACIQUES de Arniches (España) las dos son de 1900, pero cambiando los progresos técnicos y el vestuario podrían ser la portada del periódico de mañana ,vean los parecidos y la evolución de los dos países.