¿Quién dijo que la salida de la crisis le resultaría sencilla al PSOE? Será complicada una salida que no sea en falso, pero tendrá que pasar por el protagonismo de las bases
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A mi juicio, si el Partido Socialista busca una salida real y efectiva a la profunda crisis a la que le han precipitado, esa salida pasa necesariamente por dar el protagonismo a las bases para que sean éstas las que diseñen el modelo de organización en el que se vean reflejadas y para que marquen el camino que, todos juntos – la militancia y las nuevas direcciones – han de recorrer.
Y creo, sinceramente, que si no se hace así, la solución que se adopte será una salida en falso que conducirá al viejo partido a la irrelevancia al modo del PASOK, a la escisión o, tal vez, a las dos cosas.
Que la militancia socialista – la que queda – está en ebullición es una realidad que nadie sensato puede ignorar, salvo que lo que se pretenda sea darse un tiro en el pie para no tener que moverse.
Se podrá discutir la anchura del agujero o la profundidad del precipicio, pero negar su existencia no parece el mejor antídoto para tratar de salvar al enfermo.
Y es que, en toda España, se suceden movimientos, asambleas y resoluciones que traen a la superficie una marejada de descontento y de decepción que, finalmente, pone de manifiesto la brecha abierta entre bases y aparatos.
En Asturias y en lo más próximo, en el Occidente, no es distinta la situación. Se suceden pronunciamientos, contactos, discusiones y llamadas a la acción entre militantes casi a borbotones, como si fueran burbujas que van emergiendo en lugares distintos.
Lo cual nos pone frente a otro elemento que no se puede perder de vista como es el hecho de que los movimientos que se producen no sean homogéneos ni en el origen, ni en el concepto, ni en el procedimiento, con lo que se da un cierto aire caótico a todas estas pulsiones que tienen, eso sí, dos deseos comunes: el de cambio y el de protagonismo.
Puestas las cosas así, parece necesario dar salida a todo esto y hacerlo de una manera sincera y efectiva. Sincera por cuanto hay que dejar al margen los cuchillos que cada uno lleve al cinto y efectiva para que la militancia se pueda expresar en un movimiento de abajo arriba en el que todo el mundo sea escuchado y en el que se produzca una auténtica renovación de cuadros y estructuras.
Que la gestora salida del lamentable Comité Federal tiene una legitimidad más que dudosa es algo incuestionable. Que ese Comité Federal debió marcar la fecha del Congreso y abrir un proceso de primarias está en los Estatutos, pero, así las cosas, creo que todos los que hoy piden un Congreso urgente estarían dispuestos a cambiar esa exigencia por la apertura urgente de un proceso congresual, que no es lo mismo. Un proceso congresual que, de manera excepcional y en un momento excepcional, se iniciara en las bases para confluir de una manera escalonada en un Congreso Federal que reconstruyera cuadros, estatutos y proyecto y del que saliera un PSOE nuevo, con nuevos dirigentes y con unas bases motivadas por haber recuperado, esperamos que para siempre, la voz y el protagonismo.
Puede que no sea sencillo. El problema es que parece imprescindible.