La recuperación de los valores socialistas no vendrá de la mano de las adhesiones inquebrantables. Vendrá, si es que viene, del debate honesto.

los valores que se juegan en las primarias

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Escuché el otro día a un «viejo» militante socialista decir que apoyaba a un determinado precandidato/a a las primarias del PSOE para que se recuperaran los valores del socialismo. Debía estar muy decidido a ello porque hasta en ocho ocasiones repitió la expresión como si de un mantra se tratase.

Y me gustó mucho escucharlo porque eso de recuperar los valores del socialismo – teniendo en cuenta que sólo se puede recuperar aquello que se ha perdido – viene a darnos la razón a los que en los últimos años hemos mantenido que la caída en picado del Partido Socialista ha venido fundamentalmente ocasionada por el abandono de determinados valores ideológicos que están en la sustancia de un partido de izquierdas.

Claro que tengo la sensación de que ese militante y yo no parece que estemos hablando exactamente de lo mismo.

Aunque realmente es difícil saber de se estaba hablando porque en la intervención no se describió ninguno de esos valores que, según parece, va a recuperar el socialismo patrio gracias al apoyo incuestionable a determinados candidatos/as.

Los posibles valores

Quizás por eso, nos hemos quedado sin saber si al hablar de recuperar los valores del socialismo se quería referir a aquel ideal socialista que plasmaba el primer programa del Partido  de Pablo Iglesias que publicó El Socialista y que se fijaba“en la completa emancipación de la clase trabajadora. Es decir, la abolición de todas las clases sociales y su conversión en una sola de trabajadores, dueños del fruto de su trabajo, libres, iguales, honrados e inteligentes.”

Quizás no era a esto a lo que se refería pero podría ser entonces que pensara en los valores que estableció la Internacional Socialista en la declaración de Frankfurt de 1951 al sostener que “el socialismo aspira a liberar a los pueblos de la dependencia de una minoría que posee o controla los medios de producción. Aspira a poner el poder económico en las manos del pueblo como un todo, y aspira a crear una comunidad en la que hombres libres trabajen juntos como iguales.”

O no sé, tal vez en algo más próximo como el programa socialista para las elecciones generales de 1977 que decía expresamente que, “El PSOE, en tanto que es un partido de las clases trabajadoras, es un partido que representa unos intereses efectivamente de acuerdo con los programas de transformación social que mantiene.”

Las primarias

No lo sé. No sé si son estos los valores socialistas a los que se refería este «viejo» militante. No sé si son estos los que se van a recuperar gracias a las importantes aportaciones teóricas e ideológicas de unos y otras que tanto están presentes estos días en el debate.

Pero para mí que va a ser que no porque si estos son los mimbres con los que vamos a hacer el cesto, me da a mi que no nos va a salir un recipiente curioso. Más bien tengo la sensación de que caminamos hacia unas primarias de autobús y chunda chunda; de gritos, de sonrisas y de emociones; de debates estereotipados y de mucho grupo de WhatsApp; de zancadillas y de navajeo.

Unas primarias alejadas de la reflexión y del contraste de documentos porque, claro, vaya par de cosas más incómodas esto de la reflexión y la lectura que no nos dejan tiempo para lo importante.

Aquí hay que estar a lo que se está. De los valores socialistas ya hablaremos otro día que eso es cosa de otros. Y, si hay que hablar, se habla, mientras no sea de dinero. Que eso es una ordinariez.

Juan Santiago