No hay nada más tozudo que los números. Las letras, las palabras, se prestan a florituras y gorgoritos, pero los números son secos y expresan claramente lo que es mayor o menor.
Voy a dar unas cuantas cifras en relación con el municipio asturiano de Vegadeo.
El actual equipo de gobierno rige su corporación desde 2011.
Según he podido leer en el periódico regional “La Nueva España”, la actual regidora afirma que, a su llegada al gobierno, se encontró una deuda municipal de “más de un millón de euros”.
Pues bien, es necesario hacer una serie de precisiones porque, a 31 de diciembre de 2010, la deuda viva del Ayuntamiento de Vegadeo ascendía a menos de 700.000 euros, concretamente a 697.000 (Fuente Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas).
La diferencia no es menor porque supone más de un 30% y prácticamente tres años de amortizaciones (casi una legislatura).
Como se ve en el gráfico anterior, la deuda viene disminuyendo al mismo ritmo desde 2008 y el importe de las amortizaciones es prácticamene idéntico todos los años, sin que se advierta ninguna «gestión adicional» desde 2011.
Por otro lado, hay que decir que simplemente con la gestión ordinaria que supone lo que hace todo el mundo con los préstamos, es decir, pagar las cuotas a sus vencimientos, la actual deuda viva quedará a cero antes de que acabe la siguiente legislatura.
Pero, claro, para eso, no hacen faltan gestiones extraordinarias y sólo hay que seguir el camino de los vencimientos que se marcaron por el anterior equipo de gobierno, hace casi diez años.
Por cierto, y volviendo a esos años que van de 2004 a 2011, y hablando de herencias recibidas, ya hubiera querido el anterior equipo de gobierno haberse encontrado una herencia económica, no ya igual, sino sólo parecida a la que se encontró el actual.
En aquel momento, con un remanente negativo de tesorería de más 350.000 euros, hubo que elaborar un plan de saneamiento que se tuvo que corregir al alza por imposición de la Consejería de Hacienda y que, en 2005, colocó la deuda municipal, entonces sí, ampliamente por encima del millón de euros. Eso obligaba, desde luego, a una gestión rigurosa.
Algunos números más. Impuestos.
Ya digo que la deuda se extinguirá de manera cómoda a través del plan de amortizaciones de algo más de 100.000 euros anuales que se viene siguiendo desde que se estableció en aquellos años. Evidentemente, eso liberará recursos que, si así lo decide quien gobierne entonces, permitirán bajar la presión fiscal a los ciudadanos.
Lo que pasa es que, a lo mejor, simplemente, con bajarla a los niveles en los que estaba en 2010, con el anterior equipo de gobierno, es suficiente.
Habrá que recordar que, entonces, cada ciudadano de Vegadeo pagaba 372,11 euros de impuestos mientras que en 2013 esa cifra subía hasta los 421,63 o, lo que es lo mismo, más de un 13% de incremento en tres años. Más del doble de lo que subió el IPC en el mismo período (Fuente: SIELOCAL).
Más números. Empleo.
El anterior equipo gobernó hasta primeros de junio de 2011.
Paro registrado en mayo de 2011: 267 personas.
Paro registrado en febrero de 2015: 347 personas.
Incremento de 80 personas o, lo que es lo mismo, un 29,96% más.
(Fuente: Servicio de empleo del Principado de Asturias).
Podríamos dar alguna cifra más, por ejemplo, algo que es representativo de las prioridades de la acción de gobierno, el gasto social.
En 2010, el Ayuntamiento de Vegadeo, destinaba el 17,6% de su presupuesto a gasto en atención social y gastaba 167,53 euros por habitante mientras que, en 2013, se destinó a ese concepto un 10,3% y se gastaron 80,99 euros por habitante. Menos de la mitad. (Fuente: SIELOCAL). Hay que recordar también que en 2010 ya llevábamos más de dos años en crisis.
Esta es la realidad pero, con toda sinceridad, no pretendo dar lecciones a nadie con estas cifras. Quien gobierna o quien hace oposición en las instituciones democráticas lo hace porque los ciudadanos votaron en uno u otro sentido y quienes estamos fuera de la política institucional así lo debemos asumir.
Pero acotar los períodos es importante. Reivindicar los aciertos o deplorar los errores, también. En los dos equipos de gobierno anteriores al actual hubo, sin duda, muchos errores y se asumen sin problemas. Pero también hubo aciertos y, como no puede ser de otra manera, se reivindican.
En este concejo ha sucedido un hecho curioso y es que se ha creado una especie de agujero negro político de siete años que se ha tragado una acción política y de gestión que nadie, vaya usted a saber por qué, ha querido reivindicar. Ni los propios ni los extraños.
Parece como si, de manera milagrosa, nadie hubiera estado al frente y, sin embargo, por arte de magia, hubieran aparecido cosas tangibles de las que apropiarse. Ya sea un polígono industrial, una piscina, una calle Arriba, una Puntía, una Abraira, un parque, carreteras, caminos, instalaciones eléctricas que ahorran, una actividad cultural, una actividad ferial y hasta un saneamiento financiero.
Esos equipos no miraron atrás, asumieron las cargas y las deudas, las pagaron y dejaron, cuando se fueron, el Ayuntamiento lo más saneado que pudieron en una época dura y sin echar la culpa a nadie.
Toda la segunda legislatura se desarrolló en plena crisis y eso no impidió que se mantuvieran los servicios, que se aprobaran presupuestos expansivos con unos niveles de inversión que ya no se recuerdan y que se ejecutaran proyectos importantes a coste cero para los ciudadanos.
Repito, todo mi respeto para quienes ocupan las instituciones, pero a cada uno lo suyo.